Jugar a la futurología y mucho más en los mercados financieros es una tarea difícil en la cual muy pocos tienen éxito y han fracasado en el intento. Tratar de predecir el movimiento y precio exacto de una moneda, commoditie, bono o acción es casi imposible de acertar y así lo confirman muchos de los gurús financieros como Warren Buffet. Debemos entender que los precios de un activo están afectados por múltiples variables, las cuales pueden ser de tipo económico, geopolítico o las propias de una industria que se ven afectadas por los diferentes ciclos económicos. El mejor consejo de Buffet es decirnos que la utilidad en cualquier activo se obtiene en el momento de la compra y no en la venta, poder comprar un buen activo a un excelente precio sin importar si estamos en Bull o Bear market con horizonte de largo plazo es sin duda un buen consejo de inversión que aplica a inmuebles o activos bursátiles.
Nunca un evento futuro tendrá el mismo comportamiento económico de alguno ocurrido en el pasado, en ese orden de ideas se equivocan quienes tratan de predecir el futuro únicamente viendo el pasado. Siempre la historia será una guía, pero no podemos depender 100% de ella para los resultados futuros en los portafolios de inversión. Eventos como la pandemia actual, la cual ha cogido al mundo por sorpresa, el escalamiento de un conflicto armado que nadie esperada en Europa, sumada a la alta inflación y bajo crecimiento mundial, son coyunturas económicas con su propio ADN , donde la medicina a aplicar tiene que ser específica y actualizada.
En ese orden de ideas es importante que los inversionistas entiendan que los retornos se salen de su control, pues el futuro es imposible de pronosticar, y mucho más conociendo que el éxito de un retorno de un activo actualmente, seguramente en los años venideros lo pueden ubicar en un contexto de baja rentabilidad y de pérdida.
Variables como la frugalidad y la tasa de ahorro si se pueden controlar, estos dos insumos en una Planeación Financiera son de suma importancia pues la frugalidad nos enseña a poder vivir por debajo de nuestras posibilidades y realidad financiera la cual se logra por hábitos y consumo controlados, y la tasa de ahorro es algo que podemos imponernos con disciplina y persistencia al inicio de cada mes. La clave del buen inversionista es el tiempo que con la ayuda del interés compuesto lo ayudará a obtener resultados sorprendentes en el largo plazo.
Para concluir es importante entender que para poder construir riqueza nos debemos enfocar más en aquellas variables que manejamos y controlamos como pueden ser nuestras emociones, una adecuada diversificación, la asesoría de un experto, todo esto sumado a buenos hábitos de ahorro y consumo, dado que los retornos de los activos no dependerán exclusivamente de nuestro olfato como inversionistas si no de un futuro incierto que no siempre juega a nuestro favor.
Escrito por:
Mauricio Chaves Delgado
CFP.
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