El 31 de agosto se dio una decisión histórica por parte del Banco de la Republica, entidad que ubicó en niveles del 2% las tasas de interés, el más bajo en toda su historia, logrando acumular un descenso de 250 puntos básicos en lo corrido del año. Entender como nos afecta este tipo de decisiones en nuestras finanzas personales será fundamental para aprovechar las oportunidades que el mercado financiero presenta en las diferentes coyunturas económicas.
Las tasas bajas de interés en todo el mundo, se convierte en un estímulo ideal para los mercados accionarios y es así como estamos en records históricos en las bolsas más importantes como la americana con índices como el Nasdaq y el Standar & Poors, rompiendo records diariamente. Generalmente cuando este tipo de políticas monetarias expansivas se implementan en los países, las acciones suelen subir y se genera un efecto de expansión monetaria que termina haciendo crecer en el mediano plazo las economías. La mala noticia de este bajo nivel en materia de tasas de interés no es para el deudor, quien seguramente se beneficiara con créditos a mejores tasas a futuro, es para el inversionista y ahorrador de perfil conservador que está acostumbrado a vivir de una renta mensual que hasta el momento le había funcionado bien en vehículos de inversión como son los CDTs, Carteras Colectivas, o los Fondos Voluntarios de Pensiones, los cuales venían ofreciendo rendimientos reales positivos históricamente.
Seguramente y en medio de una de las crisis económicas más complicadas de los últimos tiempos, las tasas de interés bajas llegaron para quedarse por un buen tiempo. El margen de maniobra de los bancos centrales es ya casi nulo en esta materia y un cambio en otra dirección sería fatal para el crecimiento económico y estabilidad de los mercados.
Por lo tanto se necesitará de una asesoría enfocada a rebalancear portafolios, trayendo un aumento en el plazo en las inversiones de renta fija y seguramente teniendo en cuenta activos como las acciones que ayudarán a generar rentabilidades reales pero con mayor volatilidad. Lo que es cierto es que con lo mismo que traíamos no vamos a poder generar los mismos retornos. Si se quieren retornos reales positivos, el proceso de diversificación nunca antes había sido tan necesario como actualmente.
Variables como la confianza hacia el país, el déficit fiscal, la calificación de riesgo de Colombia jugarán un papel fundamental en el retorno de la renta fija a futuro. Agencias calificadoras como Fitch vislumbran una probabilidad del 50% en la pérdida de la calificación colombiana pasando de BBB- a BB+ en un lapso de tiempo entre 6 y 12 meses, situación que no es exclusiva para Colombia, pues la mayoría de países están viendo afectados sus indicadores macroeconómicos, por ende las calificadoras deberían flexibilizar un poco el tema y el mundo entero estar preparado para riesgos un poco más altos en las calificaciones de riesgo de los países.
Vamos a vivir con tasas bajas por mucho tiempo y esto se refuerza con las declaraciones que dio el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell, quien dice que podría mantener dicho nivel a pesar de una inflación creciente.
Ajustarse a esta nueva realidad económica es importante y se debe hacer lo más pronto posible para evitar sorpresas en los retornos de inversión y es ahí donde la asesoría de un experto en el manejo de su portafolio se vuelve necesaria en momentos de tanta incertidumbre.
Recordar que el futuro no se puede dejar al azar y que siempre dependerá de nuestras acciones presentes, que serán la base de la calidad de vida que deseamos a futuro.
Escrito por: Mauricio Chaves Delgado
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